Sultanahmet, es el Centro histórico Istanbul. Allí se hallan las principales atracciones de la ciudad. Los imperdibles de la ciudad como Santa Sofía o la Mezquita azul.
Es una zona bastante plana que se puede visitar en una mañana.
Yo tenía el hotel en esta zona y, por tanto, el primer día lo dedique a conocer el centro histórico. Lo primero fue desplazarme a la plaza de Sultanahmet y en esta gran explanada tienes las dos principales atracciones de Estambul.
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Mezquita Azul, primera visita en el Centro histórico Istanbul
Sin duda para mi gusto el edificio más bonito exteriormente, con una gran armonía en sus formas.
La mala suerte de esta visita es que lleva mucho tiempo en obras y no tiene pinta de que vayan a acabar pronto y la visita interior es muy decepcionante, solo puedes ver la cúpula y de esa manera.
Una vez dentro y mirando la cúpula y lo poco que puedes ver del techo, entiendes el porqué se llama mezquita azul. En el techo hay más de 20 mil azulejos azules traídos de Nicea.
La mezquita azul es la más importante de Estambul. Su nombre real es Sultán Ahmet Camil. Este Sultán fue el que ordenó construirla y se inauguró en 1617.
En su lugar antiguamente había el gran palacio de Constantinopla.
Al entrar, igual que en todas las mezquitas, hay que respetar unas normas.
Rápido os acostumbraréis a sacaros las zapatillas para entrar, lo cierto es, que en la primera mezquita (esta), estuve todo el rato pendiente del cajetín donde deje las zapatillas para que no se las llevara nadie.
Al salir, si miramos al frente, tenemos la gran Mezquita de Santa Sofía.
Centro histórico Istanbul; Mezquita de Santa Sofía
Santa Sofía o Hagia Sofía es una antigua basílica Ortodoxa convertida posteriormente en mezquita, durante gran parte del siglo pasado fue museo y en 2020 volvió a ser mezquita. Con lo que la entrada era gratis.
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En su emplazamiento antiguamente había 2 iglesias que acabaron quemándose y el emperador Justiniano decidió hacer una basílica más grande en el año 532.
Para su construcción se utilizaron muchos materiales de templos paganos, como las columnas del templo de Artemisa en Éfeso.
En 1453 con la caída del imperio Bizantino, la ciudad se convirtió al Islam y con ello la basílica de Santa Sofía paso a ser mezquita.
Las dimensiones del interior son enormes, con una luz tenue derivada de los arcos en la cúpula, que aparte de aminorar el peso de la misma, permiten la entrada de luz.
La entrada al templo la haréis por la puerta principal, reservada antaño para los emperadores.
A destacar los medallones con inscripciones en primitiva caligrafía árabe e imágenes del Jesús y la virgen María. Estos dibujos fueron tapados con yeso en la época que fue mezquita, recuperándose en la época que fue museo.
Actualmente, a pesar de ser mezquita, no lo han podido tapar, ya que es patrimonio de la humanidad. Lo que sí que veréis en el altar principal unas cortinas tapando las imágenes católicas.
Al salir, podremos ver piedras y columnas de la primitiva basílica.
Si andamos hacia la plaza Sultanahmet y giramos a la derecha, llegaremos a la Basílica cisterna
Centro histórico Estambul; Basílica Cisterna
En marzo-abril 2022 estaba cerrada por obras, por lo que no la pude visitar y eso que era uno de los sitios que me hacía más ilusión ver.
La basílica cisterna o cisterna Yerebatan, es uno de los muchos depósitos de agua de la ciudad de Estambul construidos en época de los Romanos.
La espectacularidad del lugar lo dan las 336 columnas y la espectacular iluminación interior.
Si tenéis la suerte de que esté abierto, no os lo podéis perder por nada.
Al salir de aquí, en frente, en la misma plaza de Sultanahmet, tenéis lo que en su día fue el Hipódromo.
Hipódromo de Constantinopla
El Hipódromo era el lugar donde los emperadores del imperio Romano de oriente venían a deleitarse con las carreras de cuadrigas.
Este hipódromo, por ser el de la capital, era uno de los más grandes, con dos niveles de gradas para el público, que podían acoger a más de 100 mil personas.
Estaba decorado con un montón de estatuas y columnas que lamentablemente hoy no podemos ver, debido a los saqueos que sufrió la ciudad a lo largo de su historia.
Entre las estatuas saqueadas se encuentran los caballos de bronce de la plaza de San Marcos en Venecia, en su momento los Venecianos también saquearon Constantinopla.
Actualmente del Hipódromo solo podemos ver la columna de piedra, que estaba rematada con unas placas doradas que evidentemente ya fueron saqueadas.
El obelisco de Teodosio, es otro de los que queda, perfectamente conservado, este lo trajeron de Karnak y la columna serpentina de Delos, a la que le falta las dos cabezas de las serpientes.
Como veis, en aquella época todo el mundo saqueaba donde podía.
El pie del obelisco de Teodosio, está hecho en mármol posteriormente y narra como el emperador acudía a las carreras de cuadrigas.
Una vez visto el Hipódromo, caminaremos hacia Santa Sofía, por su lado derecho y continuando unos metros llegaremos al palacio Topkapi otra visita del Centro histórico Istanbul.
Palacio Topkapi
El palacio Topkapi, es la antigua residencia de los sultanes del imperio Otomano. Una de las visitas imprescindibles en Estambul.
La única de esta zona de pago.
En marzo-abril 2022 el precio era de 285 Liras turcas.
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Con la entrada tienes derecho a una audio guía en tu idioma.
Esta visita tan maravillosa puede llegar a agobiar en algunos momentos por la cantidad de visitantes que hay.
Primero tendrás que hacer colas para acceder al recinto y pasar sus medidas de seguridad, después cola para comprar el ticket (aunque esta cola, por la cantidad de gente que hay va bastante rápido debido a la gran cantidad de taquillas que tienen), más tarde cola para la audio guía y la definitiva para acceder al palacio.
Como ya dije, fue residencia de los Sultanes Otomanos durante más de 400 años.
El recinto es inmenso y tendréis que dedicarle varias horas a su visita, pero saldréis de allí con una clara idea de como era la vida administrativa e imperial durante los sultanatos.
El palacio está dispuesto en multitud de edificios, cada uno con una función diferente.
Entre edificio y edificio disfrutaréis de los jardines del palacio, incluso de unas vistas maravillosas de donde se junta el cuerno de oro y el Bósforo.
A destacar el harem, espacio reservado solo a las mujeres del Sultán, la sala del trono, la de recepciones, la biblioteca… un sin fin de espacios a cuál más interesante.
Una vez salgamos del palacio ya habremos concluido la visita a la zona de Sultanahmet, si bien se puede profundizar más en algunos edificios cercanos.
Si andamos hacia la basílica cisterna otra vez y continuamos recto, al cabo de un rato apareceremos en el Gran Bazar y si bien decidimos coger la avenida que baja iremos hacia Eminonu, donde encontraremos multitud de sitios para comer de todo tipo y estaremos al lado de la mezquita Nueva y el Bazar de las Especies.
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Soy planificador de viajes y blogger desde 2005. Mi pasión por viajar comenzó muy pronto: tenía poco más de un año cuando visité el Loira y París, aunque, claro, no recuerdo nada. Desde entonces, viajar ha sido una constante en mi vida.
