Jaipur, la puerta de entrada a Rajastán: Cómo llegar y qué esperar

Jaipur, entrada al Rajasthan

Rajastán es un estado situado en el noroeste de la India. Es el mayor estado en términos de superficie y es conocido por su rica historia, su cultura vibrante y sus paisajes majestuosos.

La capital de Rajastán es Jaipur, también conocida como la “Ciudad Rosa” debido al color predominante de sus edificios.

Es utilizada como puerta para visitar el estado del Rajastán por su proximidad con Nueva Delhi.

¿Por qué Jaipur es la mejor entrada a Rajastán?

Jaipur, la vibrante capital de Rajastán, es la puerta de entrada ideal para explorar este fascinante estado. Su ubicación estratégica, excelente conectividad y riqueza cultural la convierten en el punto de partida perfecto.

A solo 260 km de Nueva Delhi (unas 5-6 horas en carretera o 1 hora en avión), Jaipur está bien comunicada por vuelos nacionales e internacionales, trenes rápidos como el Gatimaan Express y autopistas modernas como la NH48. Esto facilita que los viajeros lleguen sin complicaciones y comiencen su ruta por Rajastán con comodidad.

Además, Jaipur ofrece una introducción espectacular a la cultura rajputi, con sus impresionantes fuertes, palacios rosados y bazares llenos de vida. Visitar primero esta ciudad permite a los viajeros adaptarse al ritmo de Rajastán antes de adentrarse en destinos más remotos como Jaisalmer o Udaipur. Su infraestructura turística, con hoteles para todos los presupuestos, restaurantes con gastronomía local y servicios bien organizados, hace que sea un lugar fácil para empezar el viaje.

Por si fuera poco, desde aquí se pueden planificar excursiones a lugares cercanos como Amber, Pushkar o Ranthambore, haciendo de Jaipur el centro neurálgico del turismo en Rajastán.

✈️ Llegar a Jaipur: Opciones desde Nueva Delhi

India es un país que realmente está bien comunicado entre ciudades y ofrecen múltiples opciones de transporte, el problema es que funcionan como funcionan y todo dependerá de la suerte de ese día.

Como en casi todo el país tiene, autobuses, trenes, vans y aviones, aparte de taxis o chóferes privados que si vais varios puede ser una buena opción.

Los precios del traslado de Nueva Delhi a Jaipur pueden ir desde los 8 euros hasta los veinte euros. Lo normal, siendo turista, es que acabes pagando unos 12 o 13 euros.

Yo me estaba mirando las opciones de trenes y buses y de repente me apareció la opción de ir en avión. Encontré un vuelo por 20 euros y teniendo en cuenta todo lo que había leído sobre trenes y autobuses me pareció una buena idea.

El vuelo y el avión a Jaipur, Rajastan

Pues no fue tan buena opción, bueno, sí por comodidad, pero me estuvieron mareando con los horarios de salida del vuelo durante los 3 o 4 últimos días, con cambios de hora que variaban hasta 12 horas entre ellos.

Según la hora que me decían hacía o no hacía planes para aprovechar el día en Delhi, al final fui al aeropuerto, y a ver qué pasaba.

Entrando en el aeropuerto recibo un mail diciendo que el avión salía 4 horas antes de la última notificación, fantástico, menos rato de espera, pero no aparecía en las pantallas.

Al cabo de un rato aparece en las pantallas 2 horas y cuarenta y cinco minutos más tarde del último mail y minutos más tarde llega el mail confirmando ese horario.

La gran alegría fue que viajamos con un avión de hélices, no recuerdo la de años que llevaba sin viajar con uno de hélices, recuerdo de pequeño uno en Londres y uno en Menorca hace más de treinta años.

Aparte de la primera impresión de “vamos a morir” tengo que decir que fantástico el vuelo, es más, al ser un avión antiguo, el espacio entre las piernas y la silla de enfrente, nada que ver con los aviones de ahora, podías estirar bien las piernas. El único detalle es que con la cabeza tocaba el techo cuando iba caminando buscando mi asiento.

Más adelante descubriría que los horarios de tren eran mucho más respetados que los de aviones, a pesar de la mala fama.

Llegada al aeropuerto de Jaipur: Trámites y transporte

Es un aeropuerto realmente pequeño, que se agradece y más cuando vienes de un monstruo como el de Indira Gandhi de Delhi.

Rápido estás en el sitio para recoger maletas, rápido llegan porque éramos el único vuelo que llegaba a esa hora, fantástico todo hasta que sales fuera.

Al salir fuera uno, debe fijarse que hay varias oficinas de taxi prepago, como en muchos sitios de Asia.

Yo con las prisas de salir a fumar no las vi y fuera como en toda la India me vi rodeado de un montón de taxis piratas ofreciéndome viajes a precios desorbitados. Después intentaba acceder de nuevo al aeropuerto, pero sin billete de salida no hay forma.

Al cabo de varios cigarrillos descubrí un agujero en el cristal del aeropuerto donde podías pedir el taxi prepago. Precio razonable, unos seis euros hasta la ciudad.

Más tarde ha empezado el show de los taxistas de este país, intentan decirte que este hotel no lo conocen o está cerrado para llevarte a otro y cobrar comisión, o todas las artimañas que ya empezaba a estar familiarizado, como que el precio era muy barato empezó el chofer a hablarme que él necesitaba cobrar más…

Como me intentaba hacer alguna, llamo al l’hotel y el del hotel hablo con él y en seguida llegamos, estaba situado en el mismo centro de Jaipur, al lado del palacio de los vientos.

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Jaipur y Rajastán: Historia y patrimonio que te esperan

Rajastán tiene una historia fascinante que incluye la época de los gobernantes Rajput, las invasiones mongolas y los estados principescos. El estado está lleno de fuertes, palacios y havelis, que muestran la grandeza de su pasado.

Algunos sitios históricos notables incluyen el Fuerte de Amer, el Fuerte de Mehrangarh y el Palacio de la Ciudad.

Realmente en todos los lugares donde fueron tienen un montón de cosas que ofrecer y lástima no haber visto más del Rajastán en vez de programarme otras zonas del país.

X.González

Soy planificador de viajes y blogger desde 2005. Mi pasión por viajar comenzó muy pronto: tenía poco más de un año cuando visité el Loira y París, aunque, claro, no recuerdo nada. Desde entonces, viajar ha sido una constante en mi vida.