Último día Estambul, ya casi lo tenía todo visto, aunque aún me quedaba la mezquita de Souliman que me había sido imposible llegar a ella.
Desde Sultanahmet (donde tenía el hotel), si te metes hacia dentro, por donde está la basílica cisterna, al cabo de un rato llegas al gran Bazar y eso hice.
El gran Bazar, el mercado más famoso del mundo
El Gran Bazar es uno de los mercados más antiguos del mundo, data de 1453, cuando con la conquista de Constantinopla empezó su construcción, también es uno de los más grandes del mundo, solo tiene 4000 tiendas y según mucha gente el sitio perfecto para comprar souvenirs del viaje.
Es un auténtico laberinto, formado por 58 calles.
La verdad es que os lo pasaréis en grande si lo vuestro son las compras, si no como yo, sentiréis un gran agobio, especialmente por la tarde.
Por la mañana hay gente, pero por la tarde ni se puede andar.
Aparte tendréis que evitar vendedores que te salen de todas partes intentando invitarte a un te en su tienda y ya os habrán enganchado.
Tienen una gran habilidad con solo mirarte, saber de donde eres y hablarte en tu idioma.
Los mejores precios los encontraréis al salir del gran Bazar, en las calles de los alrededores, es como si continuara el Bazar, pero la sensación de agobio no os la vais a quitar.
Mezquita de Solimán: Historia, arquitectura y unas vistas maravillosas
De allí, en principio, está cerca la mezquita del Solimán y no tienes que pasar cuestas, pero el cabrón del Google Maps me hizo bajar un callejón mucho antes para después hacerme subir, haciendo una vuelta inmensa.
El interior de la mezquita, espectacular como el de todas.
La mezquita es muy grande como los demás, aunque ya los veo todas iguales, un poco. Está lo espectacular que tiene, son las vistas del cuerno de oro y el Bósforo, de las mejores vistas de la ciudad.
Mezquita del Solimán
Terrazas
Cerca hay varias terrazas en lo alto de los edificios, con vistas al Bósforo aún más espectaculares.
He subido a una, he tomado 2 tés y un no sé qué de queso deshecho por dentro, todo solo 3 euros.
Si te giras tienes unas grandes vistas de la mezquita del Souliman.
Últimas horas en Estambul
De allí bajando al bazar de las especies y alrededores he probado un zumo de granada que los venden por todas partes, para mi realmente malo, muy amargo.
Me he comprado una báscula para las maletas.
He comido Durhum con coca cola y de allí a hacer la siesta. Por la tarde he entrado en Santa Sofía por última vez y he bajado a Eminonu.
Allí he hecho un té en una terraza delante del Cuerno de Oro.
Después he anidado hacia el monumento de Ataturk, donde se unen el cuerno de Oro y el Bósforo.
He vuelto a Eminonu, he comprado castañas por 20TL, después al puente de Galata y metro hacia el bar del otro día a tomar un par de cervezas.
Allí estuve hablando con dos chicas, una de Dubai y otra de Pakistán con el chico dl bar.
De allí a Sultanahmet a cenar Emek y una islak hamburguesa, 32 TL.
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Soy planificador de viajes y blogger desde 2005. Mi pasión por viajar comenzó muy pronto: tenía poco más de un año cuando visité el Loira y París, aunque, claro, no recuerdo nada. Desde entonces, viajar ha sido una constante en mi vida.
