Explorando el Grand Palace de Bangkok

El Grand Palace de Bangkok: un palacio que refleja la grandeza de la historia tailandesa. Con su impresionante arquitectura, detalles intrincados y un pasado que se remonta a siglos atrás, esta maravillosa obra maestra es mucho más que solo una atracción turística.

La entrada al Grand Palace de Bangkok; 500 baths

Realmente a priori parece cara, muy cara por ser Bangkok y al compararla con otras visitas de la ciudad que no superan los 1 o 2 euros. Si os digo la verdad, se me hizo barato, bueno, tanto no, pero disfrute cada uno de esos baths.

Mi visita al Grand Palace

Acababa de llegar la tarde anterior a Bangkok y fue mi primera visita en la ciudad. Me desperté temprano, después de desayunar en el hotel, sobre las 8.20 me fui directo hacia el Grand Palace, abren a las 8.30h.

Mi hotel estaba realmente cerca. Considera coger una audioguía, aunque hoy en día con internet puedes mirar toda la información que necesites.

Cuidado con las estafas en el Grand Palace

Debido a las dimensiones del lugar tiene un montón de entradas, solo una está abierta, en frente de la zona de césped que verás llegando, en un trozo peatonal.

Las otras puertas verás gente sentada esperando turistas despistados. Si sois uno de esos, al llegar os dirán que está cerrado el palacio, que el rey está en su interior.

Os ofrecerán un tour a un precio muy barato con un tuktuk que tienen allí, no piquéis por el precio. Os llevarán a un templo menor y después tendréis un tour por diferentes tiendas y agencias de viajes donde ellos tienen comisión y os presionarán mucho para que gastéis.

Al final, perderéis un día por Bangkok, en el peor de los casos, hinchando a comisiones a estos individuos y sin ver nada interesante

Entrar al Grand Palace

Una vez entras, yo recuerdo quedar impresionado, solo cruzar la puerta, después de reaccionar, la cámara no daba abasto a plasmar tantos detalles y a cuál más bonito.

EL INSTANTE QUE ME ROBÓ EL ALIENTO

"Al cruzar la puerta principal... el silencio.

Bangkok es caótica, pero aquí solo se oía el crujir de la gravilla bajo mis sandalias.

Frente a mí, un gigante dorado que parecía decir: 'Tranquilo, mochilero... esto es Tailandia'."

La verdad antes de entrar no me lo imaginaba tan espectacular y encima lo temprano de la hora hizo que lo disfrutara aún más al haber poca gente. Si es verdad que con el paso de las horas se iba llenando cada vez más, sin llegar a agobiar.

Ibas andando y era una sucesión de templos, pabellones, stupas doradas, realmente impresionado, quizás también porque era mi primera visita en Tailandia y era más de lo esperado, fue toda una experiencia.

Hasta llegar al templo del Buda esmeralda (Wat Phra Kaew), con la icónica estatua del Buda de Esmeralda.

Había leído que no se le podía fotografiar en el interior, pero si os digo la verdad yo no tuve ningún problema en hacerlo.

Después el recorrido sigue transcurriendo entre stupas y palacios hasta que llegas a la salida, de allí pasas por una zona donde hay oficinas reales y el museo del buda esmeralda, además de un museo de textil.

Yo en total empleé un poco más de dos horas en visitarlo todo, sé que voy con calma yo, pero viéndolo rápido más de una hora, hora y media os llevara

Estos detalles no solo ofrecen una estética impresionante, sino que también dan la oportunidad de conectarse con la cultura y la religión locales.

Vestimenta Adecuada

Recuerda que el Grand Palace es un sitio sagrado. Lleva ropa modesta que cubra las rodillas y los hombros y evita las prendas con escote profundo.

Ve temprano: Llega al Grand Palace temprano por la mañana para disfrutar de su belleza antes de que las multitudes se acumulen.

Explora el Alrededor: No te limites al Grand Palace, explora los templos y los jardines que le rodean para profundizar aún más en la cultura tailandesa.

El Grand Palace de Bangkok es algo más que un simple monumento; es una ventana a la historia y la cultura de Tailandia.

X.González

Soy planificador de viajes y blogger desde 2005. Mi pasión por viajar comenzó muy pronto: tenía poco más de un año cuando visité el Loira y París, aunque, claro, no recuerdo nada. Desde entonces, viajar ha sido una constante en mi vida.